HISTORIA DE UN ABANDONO
HISTORIA DE BOB
  “Mi nombre es Bob. Hoy por fin he llegado al “Cielo de los Perros”, y me he enterado de que aquí se han ocupado de escribir los  pensamientos  de toda mi vida en un diario. El Gran Bobtail, nuestro Señor, me ha pedido que os transmita los más importantes con el fin de que mi historia no se vuelva a repetir.
  Día 1: Hoy he nacido, hijo de mi mama Bobtail. Aunque todavía no conozco a mi padre, si que conozco a una señora muy alta que nos está cuidando. Mis hermanos lloran a menudo, pero no me quejo, yo lo hago también. Ahora solo espero poder alcanzar el pecho de mi madre porque me duele la barriguita.
DIA 22: Estoy un poco más delgado que mis hermanitos, y no tengo muchas fuerzas. Sin embargo, estoy contento, porque hoy he visto a mi padre. La señora alta me ha estado dando leche con un aparato de plástico, y me ha hecho daño. Me he asustado y me he hecho pipa. Después la señora me ha soltado de golpe y ahora me duelen las patitas, pero no me importa, porque he comido. Supongo que, con el pipa, me habré resbalado de sus manos.
DIA 50: Hoy han venido más señores altos y se han llevado a uno de mis hermanitos. Yo quería defenderle y que me llevasen a mí, pero como cojeo no he tenido tiempo para llegar. No sabemos que van a hacerle. No ha podido despedirse de nosotros, y mamá lleva desde entonces buscándole. Yo he llorado mucho. Y cada vez que lloraba la señora alta me metía el plástico con leche en la boca pero yo no quería leche. Quería a mi hermanito.
DIA 62: Es Navidad y otros señores altos me han cogido y me han metido en una caja grande con sillones que se mueve mucho y hace ruido. Solo espero que lo que vayan a hacerme no me duela mucho.
DIA 63: Estoy en una casa extraña, ahora ya no me duele. Pero esta mañana el señor más alto me ha pegado muy fuerte con esa mano que es más grande que yo. Y me ha metido la cabeza en mi pipi. No sé porque lo ha hecho, yo no estoy enfadado porque me dan de comer y me gusta ver que hay gente cerca, porque echo de menos a mi mamá y a mis hermanitos.
DIA 70: Hoy he aprendido a jugar. La más pequeña de los Altos, me ha cogido y me ha levantado del suelo, y me ha lanzado al aire. Yo he vomitado, y me he encontrado muy mareado. Ella se  ha acercado  a mí y yo creía que venía a ayudarme, cuando me ha pegado con toda su mano en la espalda y en la cabeza. Ahora estoy más mareado que antes, pero ella está conmigo y parece divertirse arrastrándome por el suelo. Eso me hace feliz.
  DIA 100: Ya hace tiempo que vivo con los Altos, y me gusta hacer todo lo que a ellos les gusta que haga, incluso me dejo pegar cuando están enfadados, porque así se encuentran mejor. Lo que sigue sin gustarme es que me peguen y a la vez me froten la cara con mis excrementos. No entiendo que gusto pueden sentir al hacer eso.
  Día 120: Hoy soy completamente feliz. Mi papá Alto, me ha dejado sentarme en una silla al lado de ellos cuando comían, y me han dado un plato con comida. Todos se reían mucho y todo era perfecto.
  DIA 133: Hoy me siento muy desgraciado. Llevo muchos días subiéndome en la silla sin que pase nada, pero hoy me he subido y he comido del plato que había en mi sitio y todos me han gritado y después me han pegado. Espero que se les olvide y mañana me dejen subir.
  DIA 150: Hoy he jugado con otros perros en el jardín, y me han contado muchas cosas de los Altos que yo no sabía. Algunas son buenas y otras no. La verdad es que me da un poco de miedo cuando hablan alto, porque después siempre me pegan. Los otros perros tampoco saben que hacer. Simplemente se resignan como hago yo.
  DIA 180: Estoy muy triste. Mi papá Alto, ha llegado a casa y yo estaba tan contento de verle que me he subido sobre él para lamerle la cara. Él ha gritado, y yo me he tirado al suelo porque sabía que me iba a pegar, me ha entrado tanto miedo que me he orinado y entonces ha aprovechado y me ha restregado con el pipí a la vez que me pegaba muy fuerte. La señora alta ha llegado y le ha gritado, y se han puesto a discutir. Yo me he escondido y aun no me atrevo a salir.
  Día 190: Hoy ha llegado mi papá alto y yo estaba escondido. Se ha acercado a mí y me ha acariciado. Me duele la pierna porque  ayer me pegó una patada cuando estaba haciendo caca escondido en su habitación, pero hoy estoy muy feliz porque me ha acariciado.
  Día 230: Estoy preocupado. Hoy han faltado algunos amigos en el patio. Bubu que es el más viejo de los perros del barrio me ha dicho, que faltan muchos de los jóvenes cuando llega el verano. Yo soy joven y tengo miedo. No quiero faltar...
  Día 240: Los Altos están muy nerviosos, llevan varios días preparando unos sacos en los que meten muchas cosas. Parece que vamos a ir a algún sitio nuevo. Eso es bueno, me encanta compartir aventuras con ellos.
  DIA 242: Esta mañana hemos montado en la caja móvil con sillones. Hemos llegado hasta un bosque y mi papá alto se ha bajado conmigo. Me ha puesto la correa y ha sido un poco brusco. Me ha atado a este árbol y se han ido. Supongo que tendrán que preparar más cosas. Hace un poco de frío y espero que vuelvan pronto. Cuando vuelva voy a lamerle mucho para que sepa que no quiero que me lo vuelva a hacer, porque tengo un poco de miedo y me está entrando hambre.
  DIA 243: Me duele mucho la tripita y el cuello, me he hecho daño en una oreja para liberarme de la correa. Me he cansado de esperar y me vuelvo a casa. Les esperaré allí.
  Día 244: Llevo desde ayer caminando y no he visto a nadie. Tengo mucha hambre y lo cierto es que no encuentro ningún rastro. Estoy muy débil y llueve mucho. Hace un ratito he empezado a toser.
  Día 245: Me duele mucho. Esa caja móvil me ha hecho mucho daño. Cuando he intentado pasar por encima del suelo negro, me ha golpeado con todas su fuerzas y me he quedado aquí tirado. Un señor Alto se ha bajado de la caja y se ha acercado a mí, me ha empujado con el píe y me ha dolido mucho más pero no me he quejado para que no me pegase. Me ha tirado encima unas bolsas de basura y se ha ido.
Hace frió y estoy empezando a temblar. Tengo miedo porque nadie me quiere ayudar y yo creo que me estoy muriendo. Voy a lamer mucho a cualquiera que se me acerque, sé que a los Altos les gusta.
  Día 246: Me sigue doliendo mucho, pero estoy un poco mejor. Un señor alto me ha cogido y me ha metido en una habitación en la que hay mucha paja en el suelo. Me ha dado algo de comer y me ha echado una cosa que dolía mucho en las heridas. Sigo mareado pero ahora estoy contento porque he encontrado a un Alto bueno, que me va a querer.
  Día 255: Cojeo mucho pero me pongo en pie. No como demasiado pero no me quejo. He escuchado a otros perros, aunque no puedo salir de aquí. Hacen mucho ruido, como si se peleasen. También escucho a muchos Altos gritando.
  DIA 260: Hoy, el señor alto me ha llevado a un sitio donde había muchos otros Altos gritando y me ha dado mucho miedo. Como me he tirado al suelo, me ha arrastrado hasta un recinto de madera, en el que había otro perro muy fuerte. Cuando he llegado, el otro perro, que estaba muy asustado me ha dicho que le dejase morderme un poco porque sino tendría que hacerme mucho daño. Me dijo también que cuando acabase de morderme, que me quedase tirado y me hiciese el muerto, y que cuando abriesen el recinto saliese corriendo.
Yo tenía mucho miedo y le he hecho caso. Me ha mordido muy fuerte en el cuello, mientras los Altos gritaban mucho. Me ha dolido muchísimo y he perdido mucha sangre. El otro perro ha sido bueno, y ha apretado sin desgarrarme el cuello. Cuando le han dicho que me soltará me ha susurrado pidiéndome perdón. Me ha dicho que a él también le pegan mucho sino lo hace, y que a su hermano lo mataron con un palo, allí mismo donde estaba tirado yo, porque un día no quiso pegarle a otro perro.
Cuando ha terminado, algo ha salido mal y me han arrastrado hacia el exterior, me han llevado hasta cerca de un árbol, donde había otros perros colgando. Todos estaban heridos pero aun podían hablar y me han dicho que corriera...
Yo he salido corriendo con las pocas fuerzas que me quedaban, y los Altos me han tirado piedras y me ha dolido mucho. Una de ellas me ha dado en la cabeza y ahora solo veo por un ojo. Pero por fin vuelvo a poder seguir buscando a mi papá Alto...
  Día 261: Esta mañana me he acercado a un señor Alto que estaba dando comida a las palomas, me ha gritado y me ha dado con un bastón. Estábamos en un parque y yo me he quedado tirado en el césped sin poder moverme.
Más tarde ha llegado ese señor con otro señor alto que traía un palo largo con una cuerda y me ha atado por el cuello. Me he asustado mucho porque creí que me iba a colgar como los otros Altos habían colgado ayer a esos pobres perritos.  Sin embargo, este señor era muy bueno, me ha cogido y me ha metido en una caja  móvil y me ha llevado a un sitio parecido a donde nací, pero aquí todos están tristes. Bueno, no lo entiendo, por lo menos me han dado de comer.
  Día 262: Estoy muy débil, pero el compañero de la jaula de al lado me ha dado ánimos. Me ha dicho que en el estado en el que estoy, lo más probable es que me metan en la habitación del humo. Me ha dicho que todos los que entran allí salen dormidos, y se van de ese barracón. Eso es lo que yo necesito, dormir.
  DIA 263: Hoy me han   sacado de la jaula para llevarme a la habitación del humo,... por fin. Mientras me sacaban he lamido mucho al señor Alto, para que sepa que estoy contento y para pedirle que me haga lo que sea pero que por favor que no me duela.
Antes de llegar a la habitación del humo me ha entregado a otro señor Alto. Me he quedado sin dormir.
Día 365: Hoy es mi cumpleaños. Quizás sea hoy el gran día. Hace mucho, mucho tiempo que no puedo dormir. El amo Doc me ha enseñado muchas cosas. Y pasa mucho tiempo conmigo. Es muy bueno, y siempre me acaricia antes de hacerme daño.
  Me ha a quitado la pierna que me dolía. Y siempre me da de comer lo que más me gusta después de ponerme esos cables que me hacen temblar y queman tanto. En realidad creo que tengo mucha suerte, me paso el día tumbado en mi jaula, y siempre que me saca es para estar un rato haciendo cosas conmigo. Desde la última vez respiro peor, y tengo una herida grande en el pecho. Es muy bueno y me la cura todos los días. Ayer hablé con Monky, el mono que vive en la jaula de al lado. Él tiene unos hierros metidos  en la cabeza, pero dice que no duele demasiado sino te mueves. El amo Doc siempre viste de blanco, y no le gusta que le manchemos, por eso cuando nos va a hacer heridas se pone una mascara en la cara y un gorro. El otro día se llevó a Miko el ratón y le escuchamos gritar de alivio, y después ya no le escuchamos más. Yo quiero que me lleve de una vez. Aquí no se está mal, solo es insoportable cuando nos hecha esos líquidos en los ojos. No sé a los demás, pero a mí me duele mucho, y estoy varios días sin poder ver, pero yo le lamo mucho, y aun así no deja de hacerlo.
  Día 380: Llevo dos días con los hierros puestos en la cabeza y no lo soporto más. Me duelen mucho. Monky, que en paz descanse, me mintió. Duele mucho de cualquier manera, durante el día y la noche. Y cada mañana, cuando me saca de la jaula y me conecta a la caja de luces que tiene sobre la mesa, me duele más todavía.
He decidido que hoy es mi último día. Ahora soy uno de los más veteranos aquí, y he observado que si muerdes a uno de los Altos que llevan bata blanca, inmediatamente te ponen una inyección y te quedas dormido muy rápido... y yo quiero dormir. No sé por qué he venido al mundo si nadie me iba a querer...
Ahí se acerca...
Espero que puedas perdonarme amo Doc... yo solo quiero... dormir...”
  FIN
Este capitulo lo hemos escrito con lagrimas en los ojos y hemos llorado con toda nuestra rabia, al terminar, cuando hemos descubierto que no hemos sido capaces, ni tan siquiera, de imaginar el sufrimiento que día a día atormenta a tantos y tantos inocentes animalitos a los que abandonamos, maltratamos o torturamos en todo el mundo.
Al lector no le pedimos que se implique, no le pedimos que luche contra ello. Al lector solo le pedimos que no sea... uno más.
NO LE  ABANDONES:  JAMÁS PODRÁ  ENTENDER... POR QUÉ.